El diseño de jardines pequeños es uno de los mayores retos a los que se enfrenta un paisajista.
En las ciudades la gran mayoría de jardines que diseñamos en áticos o terrazas son de tamaño reducido. Los jardines en zonas residenciales con grandes espacios al aire libre nos brindan más opciones a la hora de diseñar usando elementos como fuentes, piscinas, pérgolas, jardineras… para crear escenas y composiciones interesantes.
A menor tamaño del espacio, más agudo debe ser nuestro ingenio para crear un espacio verde, un ambiente vegetal que nos transporte hacia un entorno natural.
En este artículo os vamos a contar nuestras estrategias para el diseño de jardines pequeños.
DISEÑO DE JARDÍN PEQUEÑO EN CASA
No siempre más es mejor. En el caso de los jardines en los que no tenemos mucho espacio, una buena opción es elegir una bonita planta principal. En ocasiones esta intervención es suficiente para cambiar un espacio por completo.
Cuando nos enfrentamos al diseño de un proyecto, debemos tener muy en cuenta la funcionalidad del espacio, esta no puede verse comprometida con la instalación del mismo. Que los habitantes lo disfruten y aprovechen con comodidad debe ser nuestra prioridad. Por eso en ocasiones utilizamos estratégicamente rincones y zonas «muertas» para situar los nuevos elementos vegetales y así cambiar el carácter del lugar.
La elección de esta planta protagonista es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta. Aparte de su belleza y los gustos de nuestros clientes hay que tener en cuenta las características del lugar: orientación, viento y sol que va a recibir…
En los jardines que realizamos en las terrazas solemos utilizar mucho este recurso.
DISEÑOS DE JARDINES PEQUEÑOS EN MACETAS
Seleccionamos una de las paredes del espacio para crear un rincón completamente lleno de plantas. De esta manera, dejamos el resto del espacio libre y damos protagonismo a una zona donde la naturaleza es la protagonista.
Esta estrategia nos permite que al entrar en el espacio, todas las miradas vayan directas al escenario verde que hemos creado. El efecto que buscamos es el de «horizonte», el de un ventanal con vistas al exterior, una gran pantalla de cine o la sensación que tenemos al entrar en un templo o catedral, donde enfocamos la atención hacia los elementos más interesantes (retablos, pinturas, columnas…).
Concentrando las plantas, paradógicamente, conseguimos mayor amplitud, profundidad y orden que con un diseño donde se sitúan repartidas por el espacio.
Jardín vertical
En otros artículos del blog os hemos explicado como solemos utilizar los jardines verticales. A veces el espacio es tan pequeño que no nos permite utilizar el suelo para llenarlo de plantas, o el cliente quiere aprovechar al máximo el espacio pisable.
Una buena opción es utilizar las paredes para crear un ambiente natural. Existen soportes con diseño específico para este fin, pero también se pueden diseñar estructuras o anclajes propios desde donde colgar las plantas.
Las variedades más interesantes para estos jardines son las plantas trepadoras, que situadas en altura y sin soporte que las guíe, colgarán, creando el efecto de cascada y de muro vegetal.
DISEÑO DE JARDINES PEQUEÑOS EN ENTRADAS DE CASA
Existen espacios donde pese a su reducido tamaño optamos por el diseño de jardines pequeños con muchas plantas. El motivo puede ser tapar un muro o una vista, conseguir más intimidad… O simplemente el cliente quiere tener un pequeño vergel, un oasis natural donde relajarse y aislarse de la ciudad. En ocasiones no prima tanto la utilidad del espacio, sino el efecto terapéutico del mismo.
En este caso hay que utilizar la homegeneidad como nuestra aliada a la hora de seleccionar soportes, macetas y tamaños de plantas.
El objetivo es un ambiente envolvente, pero limpio y con cierto orden, que nos proporcione esa paz que encontramos en la naturaleza.